
Freno de hoja para la ventana: ventilar sin que la hoja dé portazos
¿Quiere ventilar como es debido, pero las corrientes de aire hacen que la ventana se cierre cada vez que le da la espalda?
Esto no solo puede afectar los nervios, sino que también repercute en su ventana.
Un freno de hoja evita que la hoja de la ventana se cierre por sí sola.
Ventilar fácilmente aunque haga corriente
El freno de hoja fija la apertura practicable de la hoja de la ventana a 90° y evita que se cierre por sí sola. Las hojas se frenan, pero se siguen pudiendo manejar manualmente de forma flexible.
Esto hace que ventilar sea más fácil, puesto que la ventana no se cierra de golpe aunque haga mucha corriente. Además, la hoja tampoco puede golpear contra la jamba y dañarla.
El dispositivo está oculto y solo es visible cuando se abre la ventana.
Resumen de las ventajas
- Ventilación sin molestias
- Mantiene abierta la ventana aunque la pared esté torcida
- Las ventanas no se cierran de golpe si hace corriente
- Protege la jamba y la hoja de la ventana
- Uso flexible a pesar del freno
- El mecanismo no es visible estando cerrada la ventana
¿Cuál es el sistema de ventilación que más me conviene?
Haz el test y descubre qué sistema de ventilación es el más adecuado para ti:
Preguntas frecuentes
¿Cómo se montan los frenos de hoja?
Para el montaje del freno de hoja, hay que abrir la ventana. La unión con el freno se coloca a continuación en el marco de la ventana y el tope de apertura en la hoja.
¿Tengo que soltar el freno cada vez que quiera cerrar la ventana?
Para poder cerrar la ventana no tiene que soltar primero el freno. El freno de hoja «evita» ligeramente el cierre de la ventana, pero no la bloquea del todo.
Por eso puede cerrar sin problema la ventana en todo momento aunque tenga un freno de hoja montado.
¿Qué es mejor, ventilar con la apertura practicable o abatible?
En principio, es mejor ventilar con la apertura practicable que abatiendo la ventana o con una ventilación constante, puesto que ventilando abriendo la ventana del todo se intercambia el aire en muy poco tiempo.
Con la ventana abatida, por el contrario, se tarda mucho más en intercambiar el aire, de modo que es posible que se pierda más energía de calefacción y se enfríen las habitaciones. Lo mismo ocurre con los sistemas de ventilación permanente.
El argumento en contra sería que estos métodos, al contrario que la ventilación con apertura practicable, permiten ventilar sin estar en casa.
Sin embargo, a menudo, los sistemas de ventilación no pueden proporcionar el intercambio de aire necesario, de modo que aun así hace falta abrir la ventana de par en par para ventilar.